Paul Wright, dueño de una pizzería, indicó que le sustrajeron relojes, joyas y dinero, y que en el robo intervinieron por lo menos cuatro personas.
Un empresario gastronómico de Bernal junto a su hijo de 18 años fueron víctimas de un violento robo en su casa a última hora del domingo, en el que participaron por lo menos 4 delincuentes, que se llevaron relojes, joyas, dinero, una moto y un automóvil.
El afectado fue Paul Wright, dueño de la Pizzería Romanello e integrante de la Cámara de Gastronomía, Hotelera, Turismo y Esparcimiento de Quilmes, quien consideró que quienes perpetraron el asalto “son unos cuatro de copas, no es gente especializada. Tenés que pedir por favor (que no lastimen a tu hijo) a un tipo que está jugado”.
Por lo que pudo reconstruir y contó al periodismo, el ilícito comenzó entre las 22 y las 22.30, cuando tres delincuentes accedieron a su casa, ubicada en 9 de Julio e Ituzaingó, por los techos de una de las viviendas linderas, rompieron la puerta de atrás y maniataron a su hijo de 18 años.
Uno de los sujetos se llevó relojes y joyas, entre otros elementos de valor que encontró y se fue, en un automóvil en el que lo esperaba una mujer.
“Querían plata”
Los otros dos se quedaron esperando la llegada de Wright. Detalló que “arribé alrededor de las 23 con una moto (una Honda Transalp color amarillo, patente 600EEP), y al entrar me encontré con mi hijo atado en la planta alta y dos tipos amenzándome con cuchillos y barretas, exigiéndome la entrega de dólares y pesos. Querían plata, les di lo que tenía”.
El dueño de la Pizzería Romanello (ubicada en Belgrano y Castro Barros de Bernal) señaló luego que “me ataron de pies y manos, me querían torturar, quemar con una plancha, pero como les dije que no tenía una plancha y tampoco más dinero, se fueron. Se llevaron la moto y el auto” (un Toyota Corolla modelo 2013, patente MNR122).
Posteriormente dijo que ” los 5 minutos me desaté y pedí ayuda. Según me informaron, a la hora encontraron el auto en el que se partió el delincuente que se fue primero”. Fuentes policiales revelaron que el vehículo fue hallado a partir de un rastrillaje realizado por el Comando de Patrullas de Quilmes, en conjunto con el gabinete de la Comisaría Segunda de Bernal. Del rodado descendió una mujer que descartó un bolso con parte de lo sustraído y se dio a la fuga.
Paul Wrigth señaló que “soy empresario y contador, ya me asaltaron una vez. Lo que me importa es mi hijo, de 18 años, que está asustado. Violaron nuestra intimidad”.
Mostrando su bronca, enfatizó que “no te sentís seguro ni poniendo una alarma, entran rompiendo una puerta y nadie escucha nada, y nadie encuentra a nadie”.
Agregó que “veo que se incrementó el delito en el centro de Bernal, en las afueras, y en Quilmes. Le faltarán móviles, efectivos. No sé por qué es, si porque largaron (presos) o no. He tenido reuniones en el municipio, me han mostrado las cámaras de vigilancia, pero no es suficiente”.
El empresario expresó que se comunicaron con él las autoridades de la comisaría de Bernal, para señalarle que estaban buscando a los autores del ilícito, aunque al cierre de esta edición no había novedades.