Dos bandas acordaron jugar un partido pero todo se salió de control al no ponerse de acuerdo por el resultado, motivo por el que tuvo que intervenir la Policía.
Un partido de fútbol terminó a los tiros en un potrero del barrio Dos Avenidas de Quilmes Oeste, lugar en el que dos bandas antagónicas de la zona acordaron un desafío que comenzó a subir de tono por diferencias en el resultado de la contienda. La situación se desmadró por completo y desató una verdadera batalla campal con intercambio de disparos, hecho que desató la indignación de los vecinos que denunciaron su temor por los reiterados hechos de inseguridad.
Pese a que no están permitidos los deportes grupales por la pandemia del coronavirus, las canchas de tierra nunca dejaron de funcionar en la mayoría de los barrios periféricos de la región, donde la cuarentena es mucho más difícil de cumplir a raíz de las condiciones habitacionales de los asentamientos.
Una de estas situaciones típicas se vivió el fin de semana en un predio de la calle 806, entre 885 y 887. Allí, dos bandas se enfrentaron a los tiros tras una disputa por el resultado de un partido de fútbol y la Policía montó un operativo en el lugar para dispersar la revuelta.
De milagro no hubo heridos de gravedad y la presencia de los uniformados trajo un poco de paz para quienes residen en inmediaciones del campo utilizado para deportes, ya que la balacera los obligó a encerrarse en sus casas por temor a ser alcanzados por un proyectil.
Narcotráfico
Vanesa, vecina del barrio, manifestó que la situación empeoró con la llegada de un grupo narco a la zona, conocido como la banda de “los paraguayos”. “Todos enojadísimos estamos porque no tenemos seguridad de nada. Desde ese momento en que llegaron ellos, el barrio está impresionante”, aseveró la mujer.
Los habitantes de Dos Avenidas siempre se plantaron ante la inseguridad. Cuando la última hola de robos azotó al vecindario, a mediados de 2017, más de 300 personas de congregaron en la sociedad de fomento para reclamar a las autoridades más presencia de efectivos para trabajar en la prevención del delito.
Incluso, muchos de ellos protagonizaron un corte sobre la Rotonda de Pasco para hacer oír el reclamo. Luego de esas medidas la situación comenzó a normalizarse, pero la crisis económica que desató la pandemia del COVID-19, sumando al crecimiento del narcotráfico en la zona, agravó la situación, al igual que ocurrió gran parte del conurbano.