El establecimiento ilegal, ubicado en Sourigues, impidió que realicen dos inspecciones, una del Municipio de Berazategui y otra del Ministerio de Salud bonaerense.
Un geriátrico trucho de la localidad de Sourigues se encuentra en la mira de la Justicia, luego de que una ex empleada hiciera pública una grave denuncia sobre el maltrato que reciben 17 abuelas internadas en el lugar, quienes, según detalló la mujer, viven hacinadas en habitaciones con severos problemas de humedad, se encuentran malnutridas, en pésimas condiciones de higiene e, incluso, en algunos casos, las tienen atadas a la cama.
Se trata del geriátrico “NONNAS”, que funciona de manera clandestina en la calle 214, entre 257 y Dardo Rocha. Luego de tomar estado público las denuncias que se viralizaron en redes sociales, el Municipio de Berazategui constató que el lugar no contaba con habilitación y tomó cartas en el asunto.
En ese sentido, el pasado 27 de octubre , a través de un equipo de trabajadores de las áreas de Salud y Trabajo, fue a realizar una inspección al lugar. Sin embargo, los encargados del polémico sitio impidieron el paso de los inspectores municipales.
Por lo tanto, las autoridades berazateguenses notificaron la situación irregular a la Región Sanitaria Sexta, dependiente del Ministerio de Salud bonaerense, autoridad competente que se encarga de las habilitaciones de este tipo de espacios.
Al igual que el Municipio, la Provincia envió un equipo de especialistas para inspeccionar el lugar pero también les impidieron el paso, motivo por el cual decidieron judicializar el caso, que ahora se encuentra en manos del fiscal Christian Granados, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 2 de Berazategui.
Fuentes cercanas al caso detallaron a El Quilmeño que “hay una investigación en curso para determinar si existe algún tipo de delito que requiera la clausura del lugar”. En principio, los pesquisas cuentan con una serie de fotografías que retratan el pésimo estado edilicio del lugar y las aberrantes condiciones en la que se encuentran las 17 abuelas internadas.
Al tomar estado público la situación, muchos familiares de las adultas mayores internadas se acercaron ayer a la puerta del geriátrico para pedir explicaciones sobre la situación.
“Saqué fotos y me fui”
Cabe destacar que el caso salió a la luz por la denuncia de una ex empleada llamada Adriana, quien, de acuerdo a su relato, renunció por estar en desacuerdo con el modo de tratar a las abuelas.”Hasta hace dos semanas trabajé ahí y me fui cuando al cambiarme de turno vi el estado de las abuelas y el maltrato, saqué fotos y me fui” expresó en diálogo con el portal Ahora Online.
Asimismo, aseguró que “las matan de hambre, les gritan, las amarran, las insultan y no son personas que puedan defenderse, ya que son abuelas de más de 75 años”, al tiempo que agregó: “Una doctora que es parte de ese horror las empastilla para que pasen por pacientes psiquiátricas. Sólo quiero que las abuelas puedan vivir dignamente hasta su fin de vida”.