Padres y alumnos realizarán este lunes un abrazo simbólico a las dos sedes del colegio para pedir la vuelta a las aulas.
Los protocolos y las medidas de prevención e higiene posibilitaron el ansiado regreso a las aulas en las escuelas bonaerenses, salvo en una, la Escuela Tecnológica Ingeniero Carlos Giúdici (ETIG) que dependen de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ), que por el momento no ha brindado explicaciones a los padres de sus 520 alumnos del por qué no ha permitido las clases presenciales como en el resto de los establecimientos.
Por todos los medios, las familias han intentado comunicarse con las autoridades para revertir esta situación que está afectando a sus hijos, teniendo en cuenta que las sedes donde funcionan, el primer ciclo -de 1° a 3° año- en Monte Grande, y el segundo -de 4° a 6° año- en el edificio de la propia facultad, cuentan con espacio para desarrollar las actividades de manera cuidada y segura.
En una carta enviada al rector de la UNLZ, Diego Molea; al decano de Ingeniería, Oscar Pascal; y al coordinador de la secundaria, Marcelo Bertoglio; los padres afirman que “es la única escuela preuniversitaria de la provincia que no ha organizado su vuelta a la presencialidad” y cuestionan la decisión por “desoír las recomendaciones del Consejo Federal de Educación que ponderaban el cuidado de la salud psíquica y social como uno de las premisas para reorganizar la vuelta a cierta presencialidad”.
En diálogo con este medio, uno de los padres, explicó que “las autoridades se escudan en la autonomía que goza la universidad para poder sostener la decisión”. Otra madre, en tanto, precisó que a comienzos de mes, en algunas reuniones virtuales, le solicitaron a Pascal y a Bertoglio que les informaran si habían presentado los protocolos al Ministerio de Educación de la Nación y cuáles eran las medidas que adoptarían para el regreso a las aulas, pero siempre evadieron darles una respuesta.
“Ellos pretenden que todas las clases se dicten de manera virtual y hoy hay chicos que deben estar frente a la computadora desde las 7.30 hasta las 16, algo totalmente nocivo”, señalaron. Los padres aseguran que sus hijos están “tristes y angustiados” por no poder regresar al colegio; al margen de cansados de tantas clases on line.
“Nuestros hijos e hijas deben ser escuchados y tenidos en cuenta sus derechos”, subrayan en la carta enviada al rector, que recién ayer el rectorado contestó por mail informando que el vicerrector, Horacio Gegunde, podría recibirlos, aunque sin día ni horario establecido.