Cuentan qué significa estar al pie del cañón en un área en alarma epidemiológica y ser un engranaje esencial para poner fin a la pandemia de coronavirus.
Vacunar, vacunar y vacunar contra el Covid-19 se ha convertido en el objetivo prioritario. Quienes están al frente de la tarea son una pieza clave de la campaña pública de inmunización y desde que se inició el operativo Vacunate Buenos Aires no saben de descanso.
A diario, durante jornadas que por momentos se vuelven interminables, pero sobre todo apostadas en territorios bajo alarma epidemiológica, enfermeras de la región revelaron pormenores de su labor y qué sienten al ser parte de esta campaña.
“Al principio, particularmente sentí mucho miedo”, admitió Mónica Luzana Duré, quien trabaja hace cinco años en el Hospital Santamarina de Monte Grande. “Ahora no tanto porque con la vacuna nos sentimos más protegidos”.
En el vacunatorio hay tres enfermeras a cargo de las aplicaciones. “Estamos en una carpa frente al hospital, en el estacionamiento. Cuando llegan se les hace una encuesta breve, respondemos a sus preguntas y después los vacunamos”, explicó Griselda Vázquez, colega de Mónica.
La carga horaria en los vacunatorios en general es extensa. Ingresan a las 7 y finalizan a las 18, aunque a veces se extiende por tareas administrativas. “Generalmente tenemos 200 turnos diarios”, continua Griselda, “pero la semana pasada llegamos a atender a 600 por día”.
En tanto, Florencia Villaverde se incorporó en febrero y desempeña su trabajo en la posta instalada en la Sociedad Italiana de Adrogué. Recordó que el momento en que llegaron las vacunas fue “muy emocionante”. Al respecto señaló: “Durante las semanas anteriores, estuvimos reuniéndonos en equipos, planificando cómo íbamos a organizarnos, pero faltaba lo más importante, que eran las vacunas. El día que llegaron fue una emoción enorme: saber que era como el principio de que esto en algún momento tenga un final”.
Las tres vacunadoras coinciden en sentirse orgullosas por ser parte de la campaña. “Para mí es un inmenso placer estar vacunando, me genera mucha satisfacción”, sostuvo Mónica; mientras que Florencia, agregó que su familia está muy orgullosa por su desempeño y que su hija “siempre cuenta cuando está en clase que yo estoy vacunando, que estoy cuidando a todos”.