El Gobierno bonaerense invertirá 1.575 millones de pesos para recuperar la traza que conecta a los partidos de Lomas y Quilmes.
Una millonaria inversión destinará la Provincia para repavimentar y poner en valor toda la traza de la Ruta 49, más conocida como avenida Eva Perón o simplemente Pasco, desde su origen en avenida Hipólito Yrigoyen, en el partido de Lomas de Zamora, hasta su finalización en Camino General Belgrano, Quilmes, lo que incluirá darle una solución definitiva al paso bajo nivel de Temperley, tristemente conocido por sus “cataratas” o inundaciones a tope.
Así se desprende del llamado a licitación anunciado por el gobierno bonaerense, que dispone un presupuesto de 1.575 millones de pesos para recuperar unas de las principales vías que atraviesan la región en sentido Este-Oeste. Al margen de las reparaciones del hormigón, que se reconoce presenta “un deterioro generalizado”, el ambicioso proyecto prevé la ampliación de algunos tamos, creación de dársenas para transporte público, rampas peatonales de cruce, nueva señalización horizontal y vertical, obras hidráulicas, de iluminación y semaforización”.
Un año de plazo
La Dirección de Vialidad Provincial, dependiente del Ministerio de Infraestructura bonaerense informó que el plazo de ejecución total será de 365 días para reparar los 9,773 kilómetros de esta ruta y que se realizarán por sectores: El primero, será el tramo entre avenida Hipólito Yrigoyen y Brandsen, en Temperley; se continuará con el Bajo Nivel Manuel Belgrano; el tercero, abarcará desde Correa hasta Boston-Ravel; y el último, hasta el Camino General Belgrano.
En el apartado de la memoria descriptiva del pliego de licitación dedicado al paso bajo nivel de Temperley, se reconoce que el mismo “presenta un gran deterioro producto principalmente por el paso del tiempo y la presencia de la napa freática que ejerce presión hidrostática sobre muros, pavimentos y en la estructura en general; lo que ocasiona una gran cantidad de filtraciones y fisuras”.
Por ello, en este sector se reemplazará todo el pavimento, conservando las dos calzada de 7 metros cada una con un separador central de 0,70 metro. La obra consistirá en la colocación de una membrana impermeable, un “manto drenante” para evacuar el agua, losa de subpresión -de 25 centímetros de espesor- y un pavimento de hormigón de 12 centímetros de espesor. Y se construirá una canaleta lateral que conducirá el agua hacia los sumideros.
Además, se hará a nuevo la estación de bombeo, para lo cual se prevé una limpieza profunda del sistema, y se instalarán equipos más potentes, con lo que esperan “subsanar” las recurrentes inundaciones que se producen.
En lo que respecta a la estructura del puente, se prevé la inyección en las fisuras que presentan los muros, a fin de evitar la circulación de agua por dentro de la estructura; y construir una grilla de pilotes cada 4,30 metros para ayudar a soportar la subpresión producida por la carga hidrostática. Finalmente, se realizará una limpieza integral en toda la superficie para aplicar un revoque impermeable que controle la humedad de los muros, y se dispondrán paneles acústicos compuestos por lana de roca y terminación de chapa microperforada lo que absorberá los ruidos y mejorará la estética del cruce.