A fuerza de voluntad y con atención médica de primer nivel, Franco, de 65 años, le ganó la batalla al Covid-19 y pudo volver con su familia luego de estar al borde de la muerte.
Un vecino de Berazategui, de 65 años, le ganó la batalla al Covid-19 tras permanecer siete meses internado en el Hospital El Cruce (HEC) de Florencio Varela, cuatro de los cuales estuvo en coma farmacológico y alejado de su familia, con quien afortunadamente se pudo reencontrar luego de estar al borde de la muerte.
Franco Rigo pasó por decenas de situaciones incómodas y riesgosas que pusieron el peligro su vida, pero a fuerza de voluntad y, principalmente, con atención profesional, logró salir adelante.
Su historia de superación comenzó en enero de este año, cuando le diagnosticaron bronquitis. En un principio, por el contexto de la pandemia, le realizaron dos hisopados por protocolo para determinar si era coronavirus, pero extrañamente dieron negativo, hasta que su estado de salud fue empeorando.
Fue así que lo internaron en una clínica y determinaron que sí era Covid-19, que padecía una neumonía bilateral y, dada la gravedad de su estado de salud, que debía ser trasladado al nosocomio de alta complejidad varelense.
Franco llegó a El Cruce el 21 de enero y, desde ese día, estuvo internado siete meses en terapia intensiva, de los cuales cuatro estuvo en coma farmacológico.
Triste récord
De esta manera, el vecino de Berazategui se convirtió en el paciente que más tiempo estuvo internado por Covid-19 en el hospital. “Transitó varias neumonías, le realizaron diálisis, transfusiones de sangre y padeció problemas cardiológicos, y eso que mi esposo era una persona sin problemas previos de salud. Sólo palabras de agradecimiento tengo para todo el equipo de salud del HEC que le salvó la vida”, manifestó Alejandra.
Después de una larga lucha, dolor y días de incertidumbre, el 21 de agosto Franco fue dado de alta. En la puerta del centro de salud lo esperaron su familiares y amigos para darle un cálido saludo y, además, para celebrar su milagrosa recuperación.
Evolución favorable
Ahora, según informaron desde el Hospital, su estado de salud “mejora de a poco”, aunque “aún no puede pararse por sus propios medios”. “Debido a su larga internación perdió mucha masa muscular y necesita rehabilitarse. El domingo pasado, su familia lo agasajó con un asado como era de costumbre juntarse en el quincho. Estuvo su esposa Alejandra, sus hijos Gabriel, Nicolás y Sofía, las nueras Rocío y Camila y su yerno Lucas. También estuvo su mascota, Java”, agregaron.
Tras el alta, la familia Rigo agradeció a todo el personal que atendió a Franco. “En especial, a los doctores Vázquez, Ciano, Lage, Palermo y a todos los profesionales de Terapia Intensiva; a los kinesiólogos Caro, Noe y Vale y a todas y todos los y las enfermeras en especial a Alejandra, Lucas y María de Clínica Médica, al doctor Jauregui y a la doctora Beatriz Carballeira de Cuidados Humanizados”, destacaron.