Cuando terminaban el trabajo en la puerta de su domicilio, la pareja de abuelos fue sorprendida por dos sujetos armados y vivieron un verdadero calvario.
Como si fuera el colmo de la delincuencia, un matrimonio de jubilados que instalaba una cámara en la puerta de su vivienda para sentir mayor seguridad, sufrió una entradera por parte de dos sujetos armados, un lamentable hecho que ocurrió en Quilmes Oeste y que, gracias al llamado al 911 de una de sus hijas, concluyó con la detención de los ladrones.
Los preocupantes índices delictivos se transformaron en uno de los principales problemas para miles de vecinos de la región, que se ven obligados a tomar medidas para proteger sus hogares. Rejas, cercos electrificados, alarmas o cámaras, son las opciones más utilizadas por quienes intentan evadir los robos.
Justamente eso era lo que intentaba hacer un hombre, de 73 años, que, acompañado de su esposa, de 70, se dispuso a instalar un dispositivo de videovigilancia en el frente de su inmueble, sin imaginar que lo que pensaba como una solución se iba a convertir en un problema.
Fuentes policiales informaron que el hecho ocurrió cerca de las 20 horas, en la calle Torcuato de Alvear y Bombero Sánchez, en el barrio de La Colonia. Allí, el septuagenario, con conocimientos de electrónica, se encontraba a punto de finalizar el trabajo, cuando frenó de golpe un auto Citroën C3 con cuatro delincuentes a bordo, que bajaron y -apuntándoles con armas de fuego- los obligaron a entrar a la vivienda.
Una vez dentro comenzó el verdadero infierno para las víctimas. Gritos, amenazas de muerte y golpes en tan sólo unos minutos, que se convirtieron en interminables. Los malvivientes revolvieron el domicilio y rápidamente reunieron un botín de dinero en efectivo y alhajas.
Llamado salvador
Sin embargo, no contaron con que en el fondo de la propiedad había otra vivienda en la que reside una hija del matrimonio de jubilados, quien escuchó ruidos extraños, se asomó por una ventana y advirtió movimientos sospechosos, por lo que no dudó en llamar al 911 para denunciar que sus padres estaban siendo víctimas de una entradera.
Antes de que los asaltantes pudieran darse a la fuga, varios patrulleros de la Comisaría 3ra. de Quilmes y del Comando de Patrullas de la Policía Bonaerense acudieron al lugar. Desde la puerta se oían los gritos desesperados de auxilio de una de las víctimas, motivo por el cual los uniformados decidieron ingresar.
La llegada de las fuerzas de seguridad puso en fuga a los malvivientes, quienes salieron por el patio trasero para intentar ganar los techos. Sin embargo, uno de los ladrones, un sujeto de 30 años, fue reducido en el lugar, en tanto que su cómplice, de 25, fue capturado en el interior de un domicilio lindero.
A este último se le secuestró un morral con 23 mil pesos en efectivo y una cadena de oro, propiedad de las víctimas. Además se secuestraron dos pistolas calibre 45 y 9 milímetros, ambas cargadas y listas para disparar.