Aparecieron rajaduras en las paredes de algunos edificios y grietas en un terreno lindante, por lo que consultaron a un arquitecto que aconsejó tomar medidas urgentes.
Vecinos del barrio social Las Lomas, de Ezpeleta, manifestaron su preocupación por la aparición de rajaduras en la estructura de varios edificios que integran el complejo de viviendas, fenómeno que adjudicaron a la “erosión” de los cimientos desde un terreno lindante que se encuentra a la vera del arroyo Jiménez, la cual podría desencadenar el “colapso” de alguna de las torres.
Las visibles grietas en paredes de un edificio y sobre el terreno son las muestras del problema que hay en un complejo habitacional en el que residen miles de vecinos de Quilmes.
El barrio en cuestión está ubicado entre la calle Esquel y el arroyo, detrás de un hipermercado. Tras el paso de aproximadamente tres décadas, comenzaron a aparecer los primero problemas graves de infraestructura, ya que aseguran que los cimientos de los edificios están siendo erosionados. En ese sentido, la torre Nº 9 es la que es más resultó afectada hasta el momento.
Según explicaron, el arroyo Jiménez viene desde Berazategui entubado hasta cruzar la avenida Mitre, pero se encuentra a cielo abierto durante su paso junto al barrio Las Lomas. Por ello es que los vecinos advierten que el paso continuo del agua pudo haber socavado la base de las torres que lindan con el mismo.
Una voz autorizada
La preocupación creció y se transformó en temor. Por eso, un vecino decidió no quedarse de brazos cruzados y consultó a un ingeniero, quien recomendó “hacer un muro de contención (al arroyo), para fijar esa tierra y así evitar más desmoronamientos y movimientos de tierra”.
“Y para la torre, mi recomendación como técnico es que realicen un estudio de estructura, porque si hay paredes rajadas y se desarman los placares es porque hay movimiento de tierras”, aseguró el profesional y, en la misma línea, agregó: “Hay que ver si el terreno es apto para que haya una torre. Hay que ver si no se socavaron las bases del edificio y confirmar si es una cuestión del movimiento normal de una torre, o si es producto de un movimiento anormal de la estructura”.
“Un aviso”
En ese sentido, el arquitecto advirtió que “las rajaduras son el aviso, pero cuando colapsa una estructura no te avisa; se colapsa y se cae”. “Por eso es algo serio, porque están en riesgo la vida de los habitantes del edificio”, agregó, por último, el especialista, que recomendó dar urgente aviso del fenómeno a los gobiernos provincial y municipal para que intervengan y eviten un potencial derrumbe.
Cabe recordar que Las Lomas es un barrio que surgió por una iniciativa del Instituto de la Vivienda en la década del 90, para otorgar departamentos a miembros de diferentes fuerzas de seguridad. El proyecto original contemplaba la construcción de 13 edificios, de los cuales 5 fueron culminados y adjudicados legalmente. En tanto, otras 7 torres fueron abandonadas y durante años se registraron varios intentos de toma que fueron desarticulados.