Sus restos fueron velados en ese emblemático lugar donde funcionó el Centro Clandestino de Detención Mansión Seré durante la última dictadura cívico militar y donde Norita se acercó en varias oportunidades, mientras su hijo se encontraba secuestrado, en su búsqueda.
Ya en democracia, la presencia de Nora fue fundamental en la incorporación de los Derechos Humanos como política de Estado en el Municipio de Morón y en el país. Junto al entonces intendente Martín Sabbatella participó, el 1 de julio de 2000, de la recuperación del Predio Quinta Seré y de la creación de la Casa de la Memoria y la Vida, convirtiéndose en el primer sitio de Memoria en toda Latinoamérica. Un espacio que promueve el ejercicio de la memoria colectiva sobre la historia reciente y la defensa de los derechos humanos.
En 2015 el Predio Quinta Seré fue declarado lugar Histórico Nacional por iniciativa de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Nora Cortiñas fue una destacada activista y defensora de los derechos humanos, quien desde el secuestro y la desaparición de su hijo Carlos Gustavo Cortiñas en 1977, por parte de la última dictadura cívico-militar, ha sido una voz incansable en la lucha por la verdad y la justicia, exigiendo que se esclarezca el destino de los desaparecidos y se castigue a los culpables.