Sólo el domingo se registró la presencia de más de 50 mil visitantes que llegaron a la costa en busca de un alivio al calor, cifra que marcó una tendencia para los próximos meses.
La llegada de las altas temperaturas ya condujo a miles de personas hacia la costa de Quilmes, donde sólo el domingo pasado se registró la presencia de más de 50 mil visitantes que llegaron a la ribera en busca de un alivio al calor, una cifra que marcó tendencia, por lo que, tanto desde el sector público como privado, pronostican que se viene el verano más concurrido de la década.
Pese a las advertencias por la presencia de “cianobacterias” en el Río de La Plata, un gran número de bañistas ingresó al agua para mitigar el agobio del sol, que este domingo rozó los 30 grados de sensación térmica. Otros, más cautos, decidieron disfrutar del viento desde la costa, donde se podía observar variados comportamientos en relación a la prevención del coronavirus. Estaban quienes mantenían el distanciamiento y utilizaban tapabocas, pero también quienes se comportaban como si la pandemia fuera cosa del pasado.
Lo cierto es que desde el 1º de noviembre (y hasta el 31 de marzo) las áreas implicadas en la organización del operativo para el verano ya trabajan bajo estrictos protocolos y esperan una “explosión” de gente en las costas quilmeñas. Existen varios motivos para pensar esto. De acuerdo a los pronósticos que manejan desde Quilmes, habrá una gran cantidad de personas que decidan no salir a la ruta para veranear por miedo al contagio de COVID-19 y muchas más que no puedan hacerlo por la crisis que desató la pandemia.
Esa combinación, para las autoridades, implica la posibilidad de un verano con elevada afluencia a las costas. Lo mismo se vaticina desde el sector privado. La semana pasada, comerciantes y empresarios de la ribera presentaron ante el Municipio de Quilmes un proyecto de seguridad y esparcimiento para los próximos meses, ya que creen que habrá una gran concurrencia de gente en las playas del río y comparten la idea de que será una temporada récord.
Guardavidas
La Comisión Provincial de Guardavidas elaboró un plan de trabajo para Quilmes y los rescatistas locales ya trabajan bajo un protocolo basado en la prevención, el cual implica un mayor distanciamiento con los bañistas, el cierre del paso en los puestos de control y pautas específicas ante accidentes fuera del agua, para los cuales no podrán acercarse a las víctimas y sólo podrán dar intervención al personal de Salud.
Lo mismo deberán hacer los guardavidas ante una situación que requiera intervención del área de Seguridad, es decir que sólo estarán abocados al control de las aguas para posibles rescates.
Lo que aún no fue anunciado es si habrá un protocolo sanitario que deberán cumplir los visitantes. Sin embargo, según pudo averiguar este medio, la semana que viene habrá una comunicación formal por parte del Municipio para informar acerca de las normativas a cumplir de cara a la temporada de verano en Quilmes. Será la primera vez que las áreas implicadas en el operativo deban trabajar en medio de una pandemia, lo cual requiere un verdadero desafío por la gran cantidad de personas que se espera.