El Municipio informó que puso a disposición de la Justicia el material obtenido por las cámaras del Centro de Monitoreo para poder esclarecer el lamentable suceso.
El repudiable ataque vandálico que incluyó la profanación del sagrario donde se guarda el Santísimo Sacramento y el robo de varios objetos de valor de la Catedral Nuestra Señora de la Paz de Lomas de Zamora mantiene consternados e indignados a la comunidad católica y a las autoridades del templo y del obispado.
El obispo diocesano, monseñor Jorge Lugones, lamentó el hecho ocurrido en la madrugada del martes, y celebrará hoy, a las 19, una misa en desagravio por la profanación, al tiempo que convocó a la feligresía a realizar durante la jornada una hora de Adoración al Santísimo como forma de reparación por lo sucedido.
Por su parte, el intendente Martín Insaurralde, luego de solidarizarse con el pastor y la comunidad, informó que pusieron a disposición de la Justicia el material obtenido por el Centro de Monitoreo para contribuir al esclarecimiento del hecho.
Los delincuentes esparcieron las hostias consagradas por todo el piso, se robaron las coronas de las imágenes de la Virgen de la Paz y del Niño Jesús, que están en el centro del altar de la “Iglesia Madre” de la diócesis, ubicada en Sáenz 438. Fuentes del obispado recordaron que las mismas, que se colocaron en 2010 en conmemoración a los 150 años de creación de la catedral, fueron confeccionadas por el platero Carlos Pallarols.
La destrucción de la cruz del cinerario parroquial, que está contiguo al templo y da sobre la avenida Hipólito Yrigoyen, y de la imagen del Señor del Milagro de Salta, que estaba en el altar, fueron otro de los daños que causaron los agresores.
Alrededor de las 6 de la mañana, vecinos alertaron al 911 sobre “ciertos movimientos sospechosos” en el lugar, pero el móvil policial que acudió no percibió nada extraño y se alejó, según la reconstrucción que pudieron hacer en el Obispado, que ahora espera que las imágenes hayan registrado el momento en que ingresaron los delincuentes por el sector del cinerario contiguo.
Por ello, fueron las voluntarias de Cáritas, que llegaron a las 8 para iniciar su actividad asistencial, las que terminaron por descubrir todo lo sucedido, dando aviso inmediato al Obispado. La Policía Científica trabajó en el lugar buscando huellas que permitan identificar a los autores.