Al cumplir 18, la víctima acudió a la Justicia para sacar a la luz el infierno que debió soportar durante toda su infancia en la casa de Florencio Varela donde todos vivían.
Una adolescente de 18 años tomó valor, rompió el silencio y denunció a su padrastro y a su propia madre por haberla sometido a un verdadero calvario durante más de 11 años, tiempo en el que debió soportar todo tipo de abusos sexuales, salvajes golpizas, trabajos forzosos y hasta ser encadenada, todos hechos que ocurrieron en una vivienda ubicada en Florencio Varela y por los que ambos acusados ya fueron detenidos.
El infierno que atravesó la joven se extendió entre 2004 y 2015. En ese lapso de tiempo, desde los 2 a los 13 años de vida, fue víctima de un sinfín de situaciones aberrantes, al igual que sus hermanos, quienes, tras la denuncia de ella, también se animaron a declarar y complicaron más la situación procesal de sus padres.
Lo más doloroso, para quien por entonces era menor de edad, era que su propia madre fuera cómplice y avalara los vejámenes a los que era sometida por la pareja de ella. Ese fue el detonante para que, años más tarde, al cumplir los 18, la víctima decidiera acudir a la Justicia para denunciarlos.
En ese contexto comenzó una pormenorizada investigación a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 8 de Quilmes, a cargo del fiscal Alejandro Ruggeri, quien solicitó informes de los peritos psicólogos del Departamento Judicial y, además, obtuvo el relato de los hermanos de la víctima así como también de vecinos de la misma cuadra, en la localidad de Bosques, quienes tenían conocimiento de lo ocurría en la casa de la familia.
Las pruebas reunidas por la Fiscalía fueron suficientes para que el Juzgado de Garantías N° 6 de Florencio Varela, a cargo del doctor Diego Agüero, dispusiera la detención con prisión preventiva de los imputados. Para el magistrado quedó acreditado que “entre los años 2004 y 2015, aproximadamente, en el interior de una vivienda de Florencio Varela” el padrastro “abusó sexualmente en forma reiterada mediante la utilización de amenazas de su hijastra, entre los 2 a 13 años de edad”.
Asimismo, el juez consideró que “los hechos antes relatados fueron en conocimiento de la madre de la víctima, quien no denunció la perpetración de los mismos aún encontrándose obligada a promover la persecución penal del delito denunciado, facilitando, de este modo, la corrupción de la menor”.
Testimonio desgarrador
Uno de los testigos en la causa reveló parte de las aberraciones ocurridas en esa vivienda de Florencio Varela, Según declaró, los imputados “la golpeaban mucho, la hacían lavar la ropa en el frío cuando tenía 8 años” y agregó que, cuando la ahora adolescente tenía 11, “le contó a una vecina sobre los abusos que sufría”, por lo que casi la matan a golpes. “Se enteraron de esa situación y la golpearon y la ataron a una silla. Mientras su padrastro la golpeaba, su madre le pegó con un martillo en la cabeza hasta dejarla inconsciente”, detalló el testigo.
Los imputados afrontan cargos por los delitos de “Abuso sexual con acceso carnal, Agravado por las condición de guardador y la convivencia preexistente con un menor de 18 años, en Concurso real con lesiones leves y corrupción de menores”.