Los manifestantes generaron destrozos e intentaron ingresar de manera violenta para sacar por la fuerza al acusado, que es docente e hijo de la dueña del establecimiento.
Una denuncia por abuso sexual contra una alumna de 10 años en un colegio de Bernal desató una violenta reacción por parte de los padres de los chicos, quienes, al tomar conocimiento de la situación, fueron a retirar a sus hijos y se enteraron que el acusado, que es docente e hijo de la dueña de la institución, se encontraba dentro del edificio, por lo que intentaron sacarlo por la fuerza. De inmediato, generaron destrozos y se enfrentaron con la Policía, que se vio forzada a reprimir la manifestación con gases lacrimógenos y balas de goma.
Fue un verdadero escándalo lo que se vivió ayer en las puertas del Instituto Benito González, ubicado en la calle Viejobueno al 1200. Allí, cerca de un centenar de personas repudiaron el accionar del colegio, debido a que, de acuerdo a las criticas, los directivos tomaron conocimiento de la denuncia 48 horas antes, pero no informaron sobre lo sucedido.
La denuncia policial fue radicada por la mamá de una estudiante en la Comisaría de la Mujer de Quilmes, tras haberle dicho que había sido abusada por un hombre en el baño de la escuela. La mujer sostuvo que su hija le mencionó que sentía “dolores en sus partes íntimas”, ante lo que “los directivos del colegio recomendaron no radicar denuncia hasta que ellos realicen sus investigaciones”.
La niña sostuvo una entrevista con el equipo de Niñez de Quilmes, a quienes les aportó rasgos físicos del agresor y mediante la vicedirectora del establecimiento se estableció “que dichos rasgos pertenecerían a dos masculinos hermanos que trabajan en el lugar, negándose a aportar datos personales de los mismos”.
Durante dos días se manejaron con total hermetismo en el colegio, hasta que la noticia estalló en la comunidad educativa en la jornada de este jueves, cuando los padres, enardecidos por la falta de comunicación, exigieron respuestas.
La protesta comenzó de manera pacífica, con el pedido de explicaciones a los responsables. Sin embargo, tras unos minutos, los padres tomaron conocimiento de que el acusado se hallaba en el establecimiento, por lo que intentaron ingresar por la fuerza.
Se vivieron momentos de gran tensión, dado que los manifestantes rompieron vidrios y forzaron la puerta de ingreso, pese al esfuerzo de la Policía. Por ese motivo, el cuerpo de Infantería se hizo presente y, con gases lacrimógenos y balas de goma, repelió a los padres, quienes arrojaron piedras contra los efectivos.
En un determinado momento, los padres identificaron el vehículo del hombre acusado de violar a la niña estacionado en la calle y lo destruyeron por completo.
Aguardan pericia
Intervino en la investigación la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 8 de Quilmes, especializada en delitos sexuales y a cargo del fiscal Alejandro Ruggeri. Según informaron fuentes del caso, se aguarda el Reconocimiento Médico Legal de la menor de edad.